diario público de una vida privada
Cómo empezó todo
Por qué o para qué
Las aves migratorias siempre me han causado mucha curiosidad. Su necesidad de cambiar de latitud, de dejarlo todo, su motivación, su fuerza, su falta de arraigo o, visto desde otro ángulo, su arraigo a lo impermanente. Había asociado las aves migratorias a las playeras, a aves grandes, fuertes. No siempre es así. Hay todo tipo de animales y todo tipo de motivación para emprender el viaje. El colibrí, uno de mis animales favoritos de toda la vida, también tiene algunas especies capaces de dejar todo y volar con una energía visceral, como si de huir se tratara el viaje. Solo con la energía que cabe en sus pequeños cuerpos, sin dejar de aletear, sin dormir, viajan miles de kilómetros hasta llegar a su destino. En mi caso, inicio este diario como un colibrí migrante, sintiéndome motivada visceralmente a empezar el viaje, sintiéndome pequeña y vulnerable. Con ningún por qué evidente, no me interesa hoy la causa, pero sí me interesa el para qué de este viaje, que creo iré descubriendo.